Laicos TOR en Misión Compartida
Desde los inicios de la familia franciscana, y a ejemplo de Jacoba de Settesoli, gran amiga del Pobrecillo de Asís, infinidad de laicos han tenido una gran vinculación afectiva con los religiosos y religiosas de la TOR, llegando a ser piezas clave en el funcionamiento de sus obras, independientemente de que formen parte de otros grupos o realidades eclesiales. De este modo, se congregan en torno a la Orden gente de todas las edades, sexo y condición.
Entre los laicos y los religiosos se van creando unos lazos que crean relación, que facilitan el acercamiento de las personas, el mutuo conocimiento, la comunicación de la experiencia y la celebración de la fe. Estos lazos se materializan en encuentros fraternos, de mayor o menor periodicidad, donde se celebra, como Misión Compartida, el don del carisma recibido: el camino continuo de conversión y la constante creatividad en la realización de las obras de misericordia.
De esta forma, se pretende promover la corresponsabilidad en un aprendizaje en el cual, las personas, animadas e identificadas con el carisma fundacional, descubran su protagonismo en la misión y lo asuman creativamente, llegando a plantearse su compromiso en la comunión y en la misión como “laicos TOR”.